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Psicología clínica infantil y adolescencia

¿Buscas ayuda psicológica para tu hijo/a?

¿Tiene problemas de conducta, aprendizaje, atención?…

¿Sufre trastorno de atención con o sin hiperactividad?…

¿Padece dificultades emocionales y problemas sociales?…

¡Podemos ayudarte! Somos especialistas en terapia infanto-juvenil.

Contacta con nuestro centro para su primera entrevista gratuita.

¿Qué podemos trabajar para ayudar a tu hijo/a?

Terapia Familiar

La intervención de los terapeutas y psicólogos no siempre es de carácter individual. En ocasiones es imprescindible una intervención grupal. El supuesto más representativo es el de la Terapia familiar donde se trata de dar respuesta a un conflicto común que afecta a todos los miembros de esa familia aunque en distinta medida, porque cada uno desempeña un papel distinto y lo sufre de distinta forma.

Sin duda, es en el seno de la familia donde se asientan las bases del desarrollo de nuestra personalidad. Por eso es tan importante atajar y corregir los posibles errores que surjan en el ámbito de las relaciones familiares. No enciendas tus alarmas ante la primera discusión o choque de intereses que viváis en casa. Antes de actuar sobre los patrones de interacción de tu familia, en Cedsi te proponemos una evaluación para confirmar si necesitáis una Terapia familiar.

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¿Cuándo es necesaria la Terapia familiar?

Conviene aclarar que el término “familia” no se reduce al ámbito genético o biológico. Para los psicólogos, la familia es ese contexto en el que se desenvuelve una persona a lo largo de su vida y le sirve de referente y apoyo. Es, por tanto, un concepto abierto e inclusivo, que pueden ir ampliando sus miembros a lo largo del tiempo.

Estos son ejemplos de situaciones en las que puede ser necesaria una Terapia familiar: las adicciones y abuso de sustancias, problemas escolares, incomunicación acusada entre distintos miembros de la familia, cuando se ha vivido una enfermedad grave o fallecimiento, cuando los conflictos entre hermanos son la norma o en separaciones de los padres.

¿En qué consiste la Terapia familiar?

Como hemos señalado, la principal característica diferenciadora de la Terapia familiar es que su objetivo no es modificar una conducta individual. Aquí se trabaja para proporcionar herramientas y recursos a una familia que les permitan manejar las distintas situaciones conflictivas que se produzcan en su seno. Es la única forma de conseguir que la familia cumpla su papel como transmisora de un modelo de respeto y comunicación enriquecedor.

Una Terapia familiar no implica que todas las sesiones se realicen de forma conjunta. Al contrario, es imprescindible la intervención del terapeuta cara a cara con cada miembro de la familia. Tampoco te extrañes si la dedicación es diferente, si no se os cita a los dos padres o a todos los hijos con la misma frecuencia.

Tipos de Terapia familiar

Dependiendo de dónde se focalice el origen del problema y de cómo se manifieste, el psicólogo podrá escoger entre distintas perspectivas de intervención:

  • Sistémica. Desde esta visión se concibe a la familia como un conjunto de elementos que no pueden entenderse fuera de este núcleo. Es decir, cada actuación influye en las del resto de miembros, no puede analizarse de forma independiente. Por tanto, el objetivo de esta Terapia familiar no es modificar un comportamiento concreto sino la dinámica que lo genera.

  • Psicodinámica. Es el psicoanálisis aplicado a la familia, por tanto, se trabaja en las relaciones de transferencia, las emociones y la sensación de represión.

  • Cognitivo-conductual. La perspectiva más concreta porque se centra en la intervención sobre un problema muy específico que se detecta en uno, varios o todos los miembros de la familia.

Trastorno de atención con o sin hiperactividad

Cuando percibimos que nuestro hijo se comporta de una forma poco reflexiva, que se deja llevar por sus impulsos, que le cuesta mantener la atención al hablarle y además empezamos a recibir notas del colegio en las que se nos dice que no lleva las tareas hechas, olvida el material o se despista en las explicaciones del profesor, molesta con su conducta en clase, etc., podemos estar antes un trastorno llamado Déficit de Atención con Hiperactividad”.

El último componente, la hiperactividad, se manifiesta sobre todo en la incapacidad para estar sentado mucho tiempo, pero también puede serSin hiperactividad”, afectando en este caso más a la dificultad para mantener la atención.

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¿Qué es el TDAH?

TDAH son las siglas de Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad. Se trata de un trastorno de carácter neurobiológico originado en la infancia que implica un patrón de déficit de atención, hiperactividad y/o impulsividad, y que en muchas ocasiones está asociado con otros trastornos comórbidos. Cada vez hay más evidencia científica que nos informa de la existencia de ciertas zonas cerebrales que no habrían realizado las conexiones necesarias para la correcta coordinación de tareas de la forma esperada para su edad.

¿Cómo se diagnostica el TDAH en niños o adolescentes?

El diagnóstico en los niños y adolescentes se basa en la identificación de los síntomas y signos que caracterizan el trastorno a través de la historia clínica, de cuestionarios desarrollados específicamente para niños y/o adolescentes y de test neuropsicológicos que evalúan las funciones ejecutivas del cerebro.

También puede resultar importante la información que aportan los familiares, como los padres o tutores.

Actualmente, no existe ningún examen médico (análisis o prueba de neuroimagen) que pueda determinar el diagnóstico de TDAH.

¿Cuál es el tratamiento del TDAH?

El tratamiento que ha demostrado mejores resultados es la combinación del abordaje farmacológico y el psicológico. Para llevarlo a cabo es necesario un equipo multidisciplinar, donde trabajen de manera coordinada médicos psiquiatras, psicólogos clínicos y especialistas en el apoyo dentro de los ámbitos que pueden verse afectados por el TDAH (académico, personal y familiar).

El plan terapéutico se individualiza de acuerdo con los síntomas y con los objetivos concretos a alcanzar.

Tratamiento farmacológico

Para el tratamiento del TDAH, se utilizan dos grandes grupos de fármacos:

  • Los estimulantes, que aumentan la concentración en el cerebro de un neurotransmisor llamado dopamina, cuya acción es estimular determinadas áreas cerebrales que en el TDAH se hallan hipoactivas. El principal representante de este grupo de fármacos es el metilfenidato, que puede ser de liberación rápida o de liberación prolongada.
  • Los no estimulantes, que actúan sobre otro neurotransmisor denominado noradrenalina y cuyo principal representante es la atomoxetina.

Además del tratamiento farmacológico específico para el TDAH, con frecuencia se utilizan otros fármacos para el tratamiento de las condiciones asociadas, como los ansiolíticos para la ansiedad, los antidepresivos para la depresión o fármacos para mejorar el control de los impulsos.

Tratamiento psicológico en CEDSI

El tratamiento psicológico se inicia con el diagnóstico, ya que, en muchos casos, resulta terapéutico por sí mismo. Ello es así por el alivio que ofrece el entender que muchas de las dificultades con que se encontrado el niño en su vida. A grandes rasgos, el tratamiento psicológico se centra en la psicoeducación, la terapia cognitivo-conductual y el entrenamiento neurocognitivo.

  • La psicoeducación, dirigida a los adolescentes y sus familiares, consiste en proporcionar una información completa sobre el trastorno y sus repercusiones a lo largo de la vida de la persona. Ello permite al paciente modificar creencias erróneas sobre sí mismo y cambiar los posibles sentimientos de culpa o la baja autoestima por la consciencia y el conocimiento del trastorno y sus implicaciones, desarrollando formas más efectivas de afrontamiento.
  • La terapia cognitivo-conductual se centra en la modificación de conductas o pensamientos desadaptativos y en el desarrollo de hábitos y estrategias para afrontar los síntomas del TDAH y sus consecuencias.
    Algunas de estas estrategias consisten en técnicas de aprendizaje de planificación, organización y priorización, gestión del tiempo, establecimiento de rutinas y hábitos, entrenamiento en la solución de problemas, estrategias para la mejora de la atención y la memoria o estrategias para la mejora del autocontrol de conductas y emociones.
  • El entrenamiento neurocognitivo: se estimulan las distintas áreas cerebrales con ejercicios para potenciar las funciones ejecutivas.
Los padres de hijos con el TDAH predominantemente con falta de atención dicen….
  • Parece como si siempre está soñando despierto. Nunca responde cuando le hablo. Me pregunto si me escucha”.

  • Lo pierde todo. He tenido que comprar cuatro loncheras nuevas desde que la escuela empezó”.

  • Le pido que suba a su habitación y se vista y diez minutos después lo encuentro jugando con sus juguetes con sólo la camisa puesta”.

  • No puede recordar lo que aprende porque pierde instrucciones y explicaciones en la escuela. Aunque trabajamos tanto en su trabajo escolar en las noches, al día siguiente ya se le olvidó todo”.

  • Un maestro le dijo ‘que anda en la luna’ y otro le dijo ‘hace cosas inesperadas’”.

Intervención en Dificultades de Aprendizaje

Las malas notas no siempre son consecuencia de una falta de esfuerzo. Hay alumnos que padecen lo que se denominan trastornos del aprendizaje. En estos casos como primer paso, realizamos una Evaluación Neuropsicológica, de este modo podremos plantear la intervención más específica a las necesidades del niño o adolescente.

La intervención en dificultades de aprendizaje debe ser lo más precoz posible para evitar la aparición de otros problemas asociados como baja autoestima o derivar en trastornos de conducta.

No consideres que la terapia para niños es un instrumento destinado a solucionar sólo problemas emocionales o de comportamiento. Si las dificultades de aprendizaje de tu hijo son evidentes, lo mejor es que solicites una evaluación profesional. Así podrás descartar que tu pequeño sufra alguno de los denominados trastornos de aprendizaje, como ser la dislexia, discalculia, porblemas en la escritura o cualquier otra dificultad en el ámbito de las competencias visuales-espaciales y visuales motoras.

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¿Qué son los Trastornos de Aprendizaje?

Son disfunciones de origen neurobiológico que determinan la forma en la que se adquieren y consolidan los conocimientos. Muchas investigaciones coinciden en que subyace una predisposición genética por lo que se recomienda intervenir si hay antecedentes familiares.

El mecanismo de procesamiento cerebral de estos niños es diferente y dependiendo del área que se vea afectada podemos hablar de:

  • Dificultades con la lectura: vacilación al leer en voz alta, no comprensión del significado o intercambio del orden de las letras (Dislexia)
  • Dificultades para escribir: lentitud, letra ilegible, mala postura y forma incorrecta de sujetar el lápiz (Disgrafía)
  • Dificultades de comprensión y desarrollo de las habilidades matemáticas (Discalculia)
  • Dificultades en el uso y la comprensión del lenguaje oral (TEL)
  • Dificultades en el aprendizaje no verbal: incapacidad para interpretar el lenguaje gestual y mala coordinación motriz (TANV)
  • Dificultades en el campo del procesamiento visual y motriz: problemas para dibujar o copiar imágenes y descoordinación entre manos y vista.
¿Cómo se diagnostican los Trastornos de Aprendizaje?

Los niños con Trastornos de Aprendizaje no tienen ninguna discapacidad intelectual, su coeficiente de inteligencia es normal. Su problema no es cognitivo sino funcional. De hecho, sus resultados académicos están por debajo de los que pueden alcanzar.

Por lo general se vean afectadas varias áreas simultáneamente, mientras en otras no presenten ningún problema. Niños que se manejan perfectamente haciendo operaciones de cálculo, pero que son incapaces de ligar una frase con sentido y sin faltas de ortografía o viceversa.

Son diversas dificultades que sólo se puede atender a partir de un diagnóstico personalizado en cada caso. Cedsi realiza una valoración neuropsicológica y logopédica que incluye pruebas de lecto-escritura, de psicomotricidad, de percepción visual, de memoria verbal y visual, de atención y de habilidades cognitivas generales.

¿Cuál es el tratamiento en el caso de los Trastornos de Aprendizaje?

Los profesionales siempre insistimos a los padres cuyos hijos presentan Trastornos de Aprendizaje que el tratamiento pasa por una fórmula imprescindible: detección precoz, constancia y paciencia. Con el apoyo de su terapeuta y la complicidad del entorno familiar y escolar, el progreso de estos niños suele ser rápido.

La herramienta clave para un tratamiento eficaz de los Trastornos de Aprendizaje es la Estimulación neurocognitiva, logopédica y psicoterapeútica. Es el especialista el que marca las pautas de refuerzo que necesita cada niño para mejorar en las habilidades en las que tiene dificultades. Se puede completar con una adaptación curricular u otras medidas en coordinación con el equipo educativo.

Problemas de Conducta

Los problemas de conducta o conducta disruptiva, son aquellos comportamientos del niño o adolescente que perturban el ambiente escolar o familiar. Estas conductas pueden ser agresivas, oposicionistas, desafiantes, provocadoras

En resumen las conducta disruptiva amenaza la armonía de un grupo tanto social como familiar y en consecuencia genera desorganización en estos grupos y malestar.

El niño o adolescente que tiene problemas de conducta también se ve afectado en su autoestima, pues no podemos olvidar que estos comportamientos generan desadaptación en sus entornos, problemas de aprendizaje en muchos casos e incluso rechazos entre sus compañeros o familiares.

 

A menudo en nuestra consulta nos encontramos con padres que vienen muy preocupados, pues no saben el origen de este problema y desconocen como actuar ante el comportamiento de su hijo/a.

Desde Cedsi, lo primero que hacemos es realizar una evaluación del niño o adolescente para identificar los motivos de este comportamiento y en consecuencia realizar la Intervención Psicológica más adecuada, con el objetivo de modificar tales conductas y conseguir el bienestar del niño o adolescente con su entorno.

Miedos y Ansiedad

Los miedos forman parte de nuestro repertorio de emociones, desde que nacemos. Es normal e incluso adaptativo que los niños tengan miedos en la infancia, les ayuda al aprendizaje de la precaución, a discriminar a madurar.

Según su edad los niños presentan diferentes miedos evolutivos, miedo a los desconocidos, lo grande, lo ruidoso, lo diferente, miedo a separarse de sus figuras de apego, a lo imaginario, miedos sociales…etc.

Como sabemos los niños van cambiando y lo adaptativo es que también vaya cambiando su percepción de lo que le producía miedo y sus respuestas de enfrentamiento , pero nos encontramos en ocasiones niños o adolescentes con dificultades emocionales, por no haber superado ciertos miedos o que estos se hayan generalizado a otros miedos más preocupantes, y en consecuencia se hayan producido desadaptaciones importantes, en su desarrollo evolutivo.

Como sabemos los niños van cambiando y lo adaptativo es que también vaya cambiando su percepción de lo que le producía miedo y sus respuestas de enfrentamiento , pero nos encontramos en ocasiones niños o adolescentes con dificultades emocionales, por no haber superado ciertos miedos o que estos se hayan generalizado a otros miedos más preocupantes, y en consecuencia se hayan producido desadaptaciones importantes, en su desarrollo evolutivo.

Podemos encontrarnos niños que manifiestan ansiedad desproporcionada, por dormir fuera de casa o sino duerme con uno sus progenitores, lo que se podría llamar “ansiedad de separación” o encontrarnos niños que no han superado sus miedos para relacionarse con sus iguales y en consecuencia , les lleva al “aislamiento social” o adolescentes que temen el rechazo y por miedo a este , no saben decir “no”, e incluso casos en los que el miedo no evolutivo ha generado somatizaciones (dolor de cabeza, de tripa, problemas para dormir e incluso con la alimentación).

En consecuencia, podemos decir que estos miedos no evolutivos, le impedirán avanzar en áreas sociales, familiares y escolares.

Por ello es muy importante, identificar si estos miedos son evolutivos o se han anclado en otras formas de miedo y han evolucionado de modo negativo en etapas posteriores del niño, como miedo ante los exámenes, pesadillas o terrores nocturnos, fobias sociales o escolares, depresión o problemas alimenticios, ya que la no detección de estos, les impedirá avanzar en el desarrollo de una adecuada autoestima y en consecuencia afectará a su ajuste socio-emocional.

Habilidades Sociales

La socialización es un proceso de aprendizaje que se inicia en la niñez y que tiene su momento más delicado durante la adolescencia. Un niño que no ha adquirido Habilidades Sociales a tiempo, es un adolescente con más posibilidad de caer en conductas de riesgo. La evaluación precoz es una herramienta determinante para que la Terapia de Habilidades Sociales resulte eficaz.

La función vigilante de padres y educadores se complica en esta etapa caracterizada por la rebeldía, por la necesidad de los jóvenes de reafirmar su independencia constantemente. El papel mediador de nuestros psicólogos y terapeutas te ayuda a tender puentes de comunicación con tu hijo adolescente, además de mejorar su capacidad de interactuar y de manejar sus emociones.

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¿Cuáles son las Habilidades Sociales básicas?

El concepto de Habilidades Sociales abarca un amplísimo conjunto de capacidades que nos permiten establecer relaciones con otras personas y con nuestro entorno. Ninguno manejamos todas y cada una de estas cualidades, pero es imprescindible es que el adolescente muestre su fortaleza al menos en las principales:

  • Empatía: es la competencia que nos permite entender las emociones del otro.
  • Apego: hace posible que establezcamos lazos afectivos con las personas.
  • Asertividad: nos permite defender nuestra posición, sin agresividad pero también sin sumisión.
  • Autocontrol: imprescindible para controlar emociones e impulsos.
  • Negociación: porque es necesario llegar a soluciones que satisfagan a todos los que protagonizan un conflicto. Implica, por tanto, la renuncia a una parte de nuestros intereses.
¿Cómo detectar problemas de Habilidades Sociales en adolescentes?

La convivencia con un adolescente no es fácil. Tu hijo está inmerso en sus propias contradicciones y buscando su espacio.

Es una etapa en la que los choques con cualquier figura que represente la autoridad son continuos. También la mimetización con sus amigos, los únicos que le comprenden porque están viviendo la misma experiencia.

Con una realidad tan conflictiva, es difícil marcar el límite entre la normalidad y una situación que requiere una Terapia en Habilidades Sociales. Desde luego, ante la duda, mejor buscar siempre el diagnóstico de los especialistas.

En Cedsi te recomendamos que pidas asesoramiento si observas que tu hijo tiende en exceso al aislamiento, si tiene respuestas agresivas y violentas ante la menor contradicción o cuando demuestra que su autoestima está por los suelos. Los buenos estudiantes que bajan bruscamente en sus resultados académicos pueden estar sufriendo problemas de Habilidades Sociales.

¿En qué consiste la Terapia de Habilidades Sociales del adolescente?

Como hemos señalado, las habilidades sociales se adquieren mediante el aprendizaje. Por eso, una terapia efectiva es aquella que entrena al adolescente para que desarrolle y domine estas cualidades. Aunque la evaluación individual es la que marca las pautas del tratamiento, la Terapia de Habilidades Sociales se centra en dos ejes: trabajar con las emociones del adolescente y proporcionarle herramientas para relacionarse con los demás.

Es esencial que ayudemos al adolescente con su autoestima y que le enseñemos a expresar sus emociones. Pero, también que interiorice y se habitúe al análisis y la reflexión como dos instrumentos esenciales para la Resolución de Conflictos.

Párate a pensar y a sentir el momento que esta viviendo tu hijo y si identificas que algunos de estos problemas le están afectando en su vida diaria y en varias aéreas de su vida, ponte en contacto con nosotros ya que “el valor no reside en el sufrimiento en sí, sino en la actitud frente a éste”

Contacta con nuestro centro para tu primera sesión informativa gratuita (online o telefónica)

 

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